viernes, 27 de agosto de 2010

If i could turn back time...






En crisis.

No necesariamente porque algo este mal, al contrario, existen muchos motivos para sonreír y estar agradecida… pero es inevitable levantarte un día y darte cuenta que grandes cambios se aproximan y que el paso del tiempo es inevitable.

Mi hermana se casara en septiembre, y aunque sé que es un motivo que debería llenarme de alegría, este acontecimiento en general ha creado una atmosfera de nostalgia a mí alrededor. Nostalgia porque me pongo a pensar en esos tiempos que ya no vuelven…

Solo me queda recordar que durante la mayor parte de mi vida, la tuve cerca de mí, excepto cuando me fui a vivir sola, y bla, bla… en ese tiempo teníamos que hacernos citas periódicas para vernos. Pero definitivamente creo que existe una gran diferencia ahora… Ahora se va ella, y todos aquellos días donde compartíamos el cuarto, cuando peleábamos, cuando jugábamos barbies, y cuando simplemente me gustaba contarle cosas de mi vida, han terminado. Y me siento nostálgica.

Recuerdo una vez que mi abuelita llego con la noticia de que mi hermanita se había subido a otra góndola y que no la encontraban. Una sensación de temor me invadió por completo solo por el hecho de pensar en perderla… llego luego con sus manos sucias y con rastros de sus lagrimas pegadas en sus mejillas. Todos más aliviados la llenamos de mimos… recuerdo también la primera vez que me hablo de Dios, cuando apenas tenía 6 años, después de que tuvimos una pelea bastante fea. Tengo muchos recuerdos de ella: cientos, innumerables, incontables. Muchas anécdotas y experiencias…

Existen momentos donde volteas la pagina para ir a otro lugar, para experimentar, para crecer, no quiero decirles que no estoy feliz por mi hermana, pero sé que la extrañare, porque ya no será lo mismo, y este tiempo juntas ha terminado. Sé que nuestro lazo es más fuerte que simplemente la presencia física… pero con este acontecimiento he quedado plenamente consciente de que muchas veces creemos que nuestras circunstancias son eternas… pues no, la vida sigue girando, aunque no quieras.