
En primer lugar, amo la comida japonesa (se me hace agua a la boca tan solo pensarla), puedo aseverar que la amo con locura.
Pensar en esta comida sana y extravagante trae a mi memoria la primera vez que probe el sake y comi de un solo bocado el wasabi, solo porque me llamo la atención su color verde brillante (los que no conocen el wasabi pueden pensar en el sabor más picante que jamás hayan probado) obviamente, luego aprendi a comer correctamente, y disfrute cada vez mas todas las delicias culinarias que esta cultura ofrece.
Otra de las anecdotas que me unen al Japón, es que tuve la oportunidad de viajar a Okinawa, hace un tiempo atras, mientras hacia un documental para el Programa Mundial de Alimentos, esa zona había sido devastada por la lluvia, pero habían encontrado formas de obtener alimentos, con la utilización de micro riego y unos interesantes sembradios tamaño bonsai, la gente en el lugar, era gente amable, sonriente y organizada. Nos ofrecieron sushi de bienvenida :)