martes, 25 de enero de 2011

Fragilidad...

La semana pasada estuvo llena de noticias tristes y momentos inesperados, que me ayudan a recordar lo frágiles que somos. La palabra de Dios nos dice en 1Pedro 1:24 - 25: "Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; mas la palabra del Señor permanece para siempre..."

Ese pasaje bíblico nos dice que no hay nada más efimero que nuestra existencia, y que solo Dios permanece para siempre. La mayor parte del tiempo nos hemos acostumbrado tanto a la rutina, que a veces no tomamos en cuenta, que el único que tiene la palabra final sobre nuestra vida es Dios, que hay situaciones y momentos que no podemos controlar, y que para nada somos eternos.

El lunes, mi hermanita fue atracada de forma violenta, Dios guardo su seguridad física, aunque el hecho en sí, nos dejó a todos con un sabor amargo en la boca y un gran susto emocional; el jueves de la misma semana, me llamaron para contarme del fallecimiento de Cristiam Romero "Crisho", vocalista y lider de la agrupación Siete.

Estos dos hechos han marcado profundamente mi corazón, especialmente porque a través de ambas situaciones, pude tomar conciencia una vez más de la fragilidad que tenemos como seres humanos.

Muchas veces gastamos nuestra vida en enojos, en sueños frustrados, en mentiras, en el internet, perdemos nuestro tiempo miserablemente, sin detenernos a pensar que esos momentos pasan y no se repiten nunca más, creo que debemos gastar nuestro tiempo en no cansarnos de decir a las personas cuanto las amamos, que gastemos nuestro tiempo disfrutando más del paisaje que nos ha regalado nuestro creador, y por sobre todas las cosas, gastar nuestro tiempo en la fuente de vida eterna: "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado" (Juan 17:3)

Gracias a Dios, nuestro querido amigo Crisho fue una persona que vivió su vida buscando conocer más de Dios, El fue el centro de su vida, todo lo que el hacia, lo hacia por El, sus melodías y sus versos fueron dedicados por completo a El.

Estoy conciente que deseo con todo mi corazón que quiero vivir mi vida con más sonrisas, más tranquilidad, con menos estrés y enojo. Pero lo que más anhelo con todo mi corazón, es gastar mi vida en conocer mucho más a Jesucristo, que El sea mi gozo y mi deleite. Se que en El, y sólo en El, mi fragilidad se convierte en eternidad, y puedo unirme a las miles de voces que cantaran para El de forma eterna: porque El es vida eterna...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es increíble, encontrar cuando uno busca. El último párrafo de tu post... sencillamente revelador. GRACIAS!!!
Ana Rosa

Adikia dijo...

Muchas gracias Ana Rosa, gracias por tomarte un tiempo para leer.